Buzón: agencia secundaria (Foto 2)

Foto 2: Plaça de La LLotja. 16/05/2013. 10,13 h.

Agencia y agencia secundaria

«Un objeto, como una fotografía o una obra de arte, nos hacen realizar cosas (…), porque un nexo de relaciones sociales humanas imbuye al objeto con una agencia aparente, con independencia de los deseos de cualquier individuo particular. La idea de que las imágenes, bien por derecho propio, o como herramientas de otros humanos, tienen agencia, implica que las imágenes trabajan». Banks (2010:31).

La figura del buzón, protagonista en primer plano. Estático, brillante aunque nadie repare en él. Hay demasiado ruido de fondo (y no solamente acústico). Es el ir y venir de turistas con prisa por fotografiar un monumento arquitectónico relevante de mi ciudad: el edificio gótico de La LLotja que, imponente, ocupa uno de los laterales de la Plaça donde está ubicado y a la que da su nombre.

Este buzón tiene lo que el antropólogo del arte Alfred Gell definió como «agencia secundaria», refiriéndose a la agencia de las personas desplazada a los objetos (Banks (2010:31).

En la fotografía, detrás del buzón hay personas (algunas de ellas, las que están de cara al objetivo, son turistas con sus cámaras preparadas). Aunque a mí me interesa más el nexo de relaciones humanas que me inspira este buzón: la agencia de las personas desplazada al buzón. Este buzón me habla de personas que escriben cartas y personas que las reciben. Personas que trabajan recogiéndolas, clasificándolas, repartiéndolas. Me habla del tiempo de espera de quien sabe que va a recibir una carta de amor y de quien la escribe y espera una respuesta, de la cara de angustia de quien recibe una carta de desahucio.

El ritual del texto manuscrito, de los sobres en blanco, de los sellos. ¿Qué valor tiene hoy en día? ¿han quedado obsoletos? ¿son complementarios a otras formas de comunicación, a otro tipo de mensajes que propician las nuevas tecnologías (mediante whats app, sms, mms, correo electrónico, videoconferencia, etc.)? ¿ha quedado el buzón solamente para gestiones bancarias y para personas nostálgicas?

A pesar de que las nuevas tecnologías amenazan con dejar obsoletos a los buzones, estos perviven y conviven aquí y ahora y son fuente de puestos de trabajo, quien sabe si amenazados por algún ERE, en los tiempos que corren.

No sabemos si tal vez llegará el día en que se nos comunique por Whats App que nos despiden del trabajo.

Mi punctum barthesiano: un chico y una chica con las cámaras de fotos en la mano preparadas, en movimiento, apuntando hacia la fachada principal del edificio de La LLotja. Curiosamente, descubrí a estas dos personas (turistas) cuando visualicé la foto de nuevo al pasarla al ordenador. Es un ejemplo de lo que Roger Canals & Laura Cardús (2010:23) explican de «la posibilidad de dar una segunda mirada, diferida, a la realidad observada en el trabajo de campo«. Cuando fotografié, observaba el buzón, no me interesó el fondo a pesar de que lo intuía. Y allí estaban, ¡¡con su ansia por fotografiar!! Una paradoja muy curiosa, ya que a pesar de que el buzón ha sido mi objeto obsoleto de estudio, son los turistas los que reclaman mi atención de forma difícilmente explicable. «Lo que puedo nombrar no puede realmente puzarme. La incapacidad de nombrar es un buen síntoma de trastorno». Barthes (1989: 68)

¿Qué es lo que he dejado fuera?
La fachada del edificio de La LLotja, otros transeúntes, un ficus inmenso, los restaurantes de la zona.

Nota: en este contexto hice 5 fotografías, he descartado 4.

Serán bienvenidos tus comentarios respetuosos y tus sugerencias, gracias!